Se analiza el fenómeno del flujo e intercambio de información sobre biotecnología, específicamente en el caso de muestras de ADN humano, conocimiento especializado y capital biomédico. Se aborda el intento de una compañía de biotecnología francesa para encontrar y patentar los genes vinculados al desorden bipolar en un grupo de pacientes mentales argentinos, en 1997. Se describe la problemática relacionada, no solo con respecto a las regulaciones éticas y jurídicas para la obtención de dichos datos y muestras, sino también a las divergencias de índole diagnóstica que resultan de comparar los criterios para esta enfermedad encontrados en el manual psiquiátrico DSM-IV con la tradición clínica psicoanalítica que predomina en Argentina, lo cual dificultó encontrar pacientes diagnosticados con el desorden. Se concluye que, aunque la información es el bien principal del campo de la genética, la extracción y circulación de la misma no es sencilla y, en el caso de la enfermedad mental, depende incluso de la estabilidad y consenso de la categoría diagnóstica que se pretende representar.

EFU/OCTUBRE2010