Realiza una síntesis muy rápida de lo sucedido en el Plano centroamericano en los últimos años, enfatiza en los cambios vividos durante la década de 1980, ante todo a partir del año 1987 cuando se firmaron los acuerdos de paz Esquipulas II, luego de un largo proceso de negociación iniciado por el Grupo Contadora a finales de 1970. Con los acuerdos de paz la región centroamericana pudo retomar el camino de desarrollo países como Nicaragua primero y luego El Salvador pusieron fin a sus guerras civiles, se establecieron foros regionales para el análisis del futuro centroamericano tanto a nivel comercial, como político y económico. Surge en este contexto la Universidad para la Paz, los países firmantes se comprometen a solucionar de forma pacífica los conflictos futuros y por consiguiente, en caso de conflictos armados, terceros países deben de abstenerse de participar. Por otra parte se comprometen a superar las condiciones de subdesarrollo y han expresado que necesitan alcanzar el desarme y desmilitarización de forma objetiva. Dentro de este panorama el papel de las universidades centroamericanas es fundamental, ante todo las estatales, las que deben ser críticas y conducir sus responsabilidades académicas hacia nuevos rumbos, acordes con las perspectivas regionales, deben innovar en los avances científicos y tecnológicos, así como en una nueva dimensión de la práctica profesional y académica donde se cultive en las mentes el ideal de una conviviencia pacífica y un desarrollo regional. OB/LOB