Desde 1986 a 1989 Estados Unidos aplicó una política de desestabilización hacia Panamá, hasta el momento en que se la la invasión en 1990. En realidad la ponderación histórica de la política norteamericana hacia América Latina, elimina el espacio de la ingenuidad, lo que ha prevalecido desde siempre son los intereses de seguridad norteamericanos dispuestos a terminar con el nacionalismo y la recuperación de la soberanía panameña sobre el canal y las bases militares. Se indica que el motivo real de la invasión, no lo fue la destitución de Noriega como quisieron presentarlo ante los ojos de la prensa internacional, sino que respondió a necesidades de carácter geopolítico y estratégico. Esta decisión se debe a la nueva realidad internacional y al proceso de distensión nuclear, tales premisas han fundamentado la revisión de la estrategia militar global norteamericana dentro de este marco el objetivo real de la política norteamericana frente a Panamá ha sido el de rehacer una estructura de poder subordinada a sus intereses, lo cual haría necesario la destrucción de las fuerzas de defensa panameñas y de aquellos sectores políticos nacionalistas dispuestos a hacer cumplir en letra y espíritu los tratados firmados en 1977. No se trata de derogar los mismos sino de generar las condiciones para mantener su presencia más allá del año 2.000. OB/MR