Enfatiza en la intervención directa o indirecta del gobierno de Estados Unidos en la posición que la comunidad financiera internacional ha adoptado ante las políticas que dicha comunidad ha aplicado para superar la crisis de la deuda. En un principio el gobierno norteamericano se limitó a apoyar las medidas adoptadas por el FMI, pero con la adopción del Plan Baker, asumió el papel de formulador de la estrategia. Dicha actitud es comprensible en la medida en que Estados Unidos hizo conciencia sobre la importancia de los intereses comerciales y estratégicos en juego. A partir de allí, se ha tratado de distribuidr de manera más equitativa las cargas entre los agentes financieros internacionales, esto dentro de un enfoque que privilegia el crecimiento y que pone acento en una reducción de la deuda. Pero se indica que a pesar de los cambios se puede hablar de una estructura básica, en donde ésta evidencia analizando caso por caso. En la estrategia se reconocen tres aspectos fundamentales: la puesta en prática por parte de los países deudores de los programas de ajuste, la tarea de vigilancia del FMI y finalmente, el aporte de dinero por parte de los bancos comerciales y los organismos financieros multilaterales. Durante algunas fases, estos elementos han sido reformulados y a su vez, en algún momento, se les incorporaron nuevos elementos. Posteriormente se indica que el Plan Baker enfatiza en el tercer elemento en virtud del enfoque que privilegia el crecimiento, mientras que en la iniciativa Brady se ahonda en la reducción voluntaria de la deuda es mediante esa iniciativa que se logró la suscripción de acuerdos de reducción entre bancos comerciales y ciertos países deudores, pero se ha dado una gran incertidumbre alrededor de aquellos países que tienen un volumen absoluto de la deuda relativamente modesto y respecto de los cuales los bancos comerciales no tienen intereses a largo plazo. Por lo demás, el éxito de la estrategia dependerá de los nuevos medios financieros que sean puestos a disposición por los organismos públicos ya que el financiamiento propuesto, hasta la fecha, resulta insuficiente para operar reducciones sensibles considerando el monto de la deuda. OB/ALJ