La participación juvenil en contra de la destrucción del ambiente, en el caso costarricense, se da en un espacio lleno de asimetrías, en el marco de una formación social dependiente, pobre y subalterna, en una sociedad centrada en el adulto, en un lugar en donde los programas de ajuste estructural generan profundas diferencias, por ello es importante diferenciar entre dos niveles. Por un lado el carácter internacional o latinoamericano de algunos movimientos ecologistas juveniles, por otro, el carácter local de la formación de grupos y organizaciones. Se menciona una serie de organizaciones juveniles como la Alianza de Jóvenes Ecologistas (AJECO), el Frente Ecológico de la Universidad de Costa Rica (FECOU) entre otros. Entre los objetivos de estos grupos ecologistas destaca desarrollar programas para la concientización de distintos sectores, enfocados al tema de la protección ambiental y en especial dirigidos a estudiantes, proteger las zonas naturales, desarrollar microproyectos ligados al desarrollo sostenible, formar campañas educativas al interior de las comunidades. En síntesis las organizaciones de jóvenes buscan la conquista de un medio ambiente más sano y equilibrado para beneficio de las futuras generaciones. OB/LOB