En este artículo se explica la forma en que murieron los dos defensores de los derechos humanos en Honduras, Pavón y Landaverde. En sus cargos, ellos eran responsables de defender a las víctimas de los aparatos de seguridad del estado (golpeados, prisiones injustificadas, amenazados de muerte, torturados, desaparecidos por la fuerza, etc.). Por medio de los medios de comunicación ellos realizaban las denuncias. Por lo demás, el asesinato de ellos coincide con el incremento de las presiones hacia Honduras por parte de los Estados Unidos y el asesinato se le atribuye a las facciones de ultraderecha que veían en estas personas un peligro para la estabilidad del régimen político y militar