En la II Consulta de Obispos y Pastores de América Latina y el Caribe llevada a cabo en Kingston, Jamaica, se trataron los temas de la "deuda externa y narcotráfico", enfocándolo como un desafío para las iglesias. La deuda externa actúa como palanca y mecanismo de dominación para mantener el "orden económico internacional" vigente, se le llamó a éste un orden injusto que sostiene la dominación imperial actual. Se afirma que durante la década de 1980 la deuda externa fue el principal elemento de dominación como en un pasado lo fueron la dominación colonial y la inversión extranjera y se señala que la manipulación de la esperanza es el nuevo símbolo de dominación, basada ésta en la desesperanza popular, buscando con ello la desesperación del pueblo, con lo cual se acabará su capacidad de lucha y no podrá construir un proyecto social alternativo y dejará de enfrentarse a la dominación y a la explotación. El otro grave problema que afecta a la región es el narcotráfico, el cual agrava y profundiza los problemas socio-económicos y políticos. El proceso de tráfico y producción de drogas ha permitido la formación de un sector del campesinado que sobrevive en base al cultivo de la coca o marihuana y de amapola, se ha aumentado el consumo interno y han aparecido pequeños traficantes, que en un contexto de crisis realizan esta actividad para sobrevivir. Ante esta situación el Estado ha reprimido e incrementado el castigo sobre los campesinos y los pequeños traficantes, sin tocar a los narcoempresarios, con los cuales en ocasiones se ha unido para combatir a grupos de izquiera y a grupos populares. La iglesia busca una solución pacífica al problema. OB/JM