Colección Centroamérica

Guatemala es uno de los países latinoamericanos en donde ser periodista representa un gran riesgo. De 1978 a 1985, el papel de la prensa estuvo muy limitado durante este tiempo cualquier defensa de los intereses del pueblo eran vistos como subversivos. Durante ese período 47 periodistas fueron asesinados y otros tantos debieron salir del país. Posterior a las elecciones de 1985, la violencia contra los periodistas disminuyó y muchos de los exiliados retornaron. Al final de la administración Cerezo Arévalo, los ataques contra los periodistas se fueron incrementando como consecuencia de la crítica de los medios de comunicación hacia el gobierno. Con la llegada al poder de Serrano Elías, los guatemaltecos albergaban la esperanza de que las cosas cambiarían, en parte por ser Serrano un evangélico radical pero dos años después el pueblo despertó, pues estaba en presencia del presidente más intolerante y con más afán de riqueza que haya tenido Guatemala. Durante su mandato fue totalmente duro con la prensa en muchas ocasiones acusó a los periodistas de conspirar para derrocar al gobierno, afirmando que recibían dinero del narcotráfico además les acusaba de propalar mentiras con el fin de dañarlo a nivel internacional. Posteriormente, con la llegada de De León Carpio al poder, se anuncia que la situación cambiará, aunque muchos dudan que esto ocurra lo cierto es que en la actualidad el periodista puede trabajar con mayor libertad, situación a la cual aún no se acostumbran, por cuanto viven un proceso de transición de la intolerancia a la libertad de prensa, el cual se espera durará muchos años. OB/ALJ