Una empresa que se dedica a la explotación de melina en la Península de Osa desde hace varios años, enfrenta el rechazo de organismos ecologistas tanto locales como extranjeros. La Ston Forestal ha dado empleo a muchas personas y contratos de arrendamiento a 173 fincas por 12 y 18 años, pero los grupos ecologistas se oponen totalmente a la instalación definitiva de dicha empresa en Osa, estiman que la zona es un laboratorio de vida por sus características ecológicas, químicas y biológicas, además, por su riqueza marina es una región de enlace con el Parque Nacional de Corcovado y el único reducto de bosque húmedo de Centroamérica. Los ecologistas estiman que habrá tala y quema de bosques además de la gran deforestación y erosión de los suelos, contaminación de aguas y otros daños que atentan contra la vida vegetal y marina. Las subsidiarias de la Ston han tenido que pagar la indemnización por daños ecológicos en Panamá y Estados Unidos. Especialistas consideran que la explotación de melina en Costa Rica acarrearía deforestación, erosión de los suelos, altos niveles de contaminación, desechos en las aguas. De esta manera, muchos grupos conservacionistas se han sumado a la lucha para preservar la riqueza biológica de la zona. OB/MR