El artículo expone un análisis sobre población penitenciaria a nivel internacional. Destaca una investigación española con 538 reclusas (15% de población penitenciaria femenina) que muestra características sociodemográficas, situaciones vulnerables y factores de riesgo, que las rodean antes de entrar a prisión; y su relación con la comisión del delito. La revisión de datos confirma la vigencia de la prisión como medida de seguridad, control y represión social; y una creciente población carcelaria de más de diez millones de personas en el mundo. De este total, la población femenina (alrededor de 700 mil mujeres, según datos del 2015) se incrementa incluso más rápido que la masculina, destacando, en América Central, dos países: Guatemala y El Salvador. Se comprueba que la mayor parte de las personas que han delinquido, han sido objeto a lo largo de sus vidas, de diversos tipos de exclusiones, marginaciones, violencias reales o potenciales, escasa formación educativa y precariedad laboral, que de un modo u otro han influido en la comisión de delitos. Además, la mayor parte de la mujeres cuenta con hijos/as (79.5%). Se identifica un 31% de mujeres extranjeras: de este porcentaje destacan un 21.7% de Latinoamericanas y un 22.3% de la cultura gitana. Se evidencia ineficacia del sistema penitenciario como medio disuasorio y preventivo de delitos; y se cuestionan parámetros de alternativas orientadas a la rehabilitación y reinserción de este colectivo.RAR 10/2022