El análisis de la inversión extranjera directa (IED) a pequeña escala en la agrocadena de flores en Costa Rica revela su papel como dinamizadora del desarrollo socioeconómico en las zonas rurales donde opera. La IED influye directamente en los agentes primarios de esta cadena, especialmente en el eslabón agrícola, fomentando la generación de empleo rural y la formación de encadenamientos productivos en las regiones. Las empresas con participación de IED, aunque de menor escala, contribuyen significativamente al fortalecimiento de la cadena de valor de flores en el país, mejorando la competitividad y la inserción en mercados internacionales. Este fenómeno no solo impulsa el crecimiento económico local, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles y la transferencia de conocimientos técnicos, elevando los estándares de producción y calidad en el sector floricultor costarricense. Además, la presencia de estas inversiones extranjeras ha facilitado la diversificación de cultivos y la adopción de innovaciones tecnológicas, lo que repercute positivamente en la resiliencia y sostenibilidad de las comunidades rurales involucradas. Sin embargo, es crucial garantizar que estos beneficios se distribuyan equitativamente y que las políticas públicas apoyen la integración efectiva de los pequeños productores locales en la cadena de valor, asegurando así un desarrollo inclusivo y sostenible en el largo plazo. RAR