Una regulación especial del empleo excluye a los trabajadores domésticos en los Países Bajos de la mayoría de la protección social y laboral. Utilizando un método de rastreo de procesos, este artículo evalúa por qué una política de exclusión de este tipo ha persistido en un estado de bienestar de otro modo inclusivo. Más allá del enfoque estrecho basado en la clase de la investigación de dualización, el artículo desarrolla un marco para comprender las políticas de diferenciación teniendo en cuenta cómo la intersección de las divisiones sociales basadas en la clase, el género y la ciudadanía moldea la representación política y las ideas sobre desigualdades legítimas. Estas divisiones sociales que se cruzan explican por qué incluso los aliados políticos potenciales no han dado prioridad a mejorar los derechos de los trabajadores domésticos.