Enmarca a la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC) como un elemento complementario de la política de contención y de seguridad nacional de los EEUU en la región. La base teórica de la ICC reside en que el subdesarrollo es el resultado de la anulación de las fuerzas creadoras y propulsivas del sector privado, las cuales no se han desarrollado por el excesivo tamaño del Estado, el exceso de regulaciones y la presencia de un paternalismo económico de los organismos internacionales para con los países en desarrollo. Se presenta un cuadro estadístico que compara la asistencia de la ICC con la ayuda bilateral de los EEUU a la región para el año de 1987. Del cuadro se destaca la estrechez de la ayuda de la ICC y además se mencionan los requisitos o restricciones que deben tener los países para beneficiarse de ella. La ICC se perfila como la otra espada norteamericana frente a la crisis centroamericana y la amenaza de inestabilidad política en el Caribe. Se denomina entonces la ICC "la espada del capital" que actúa junto a la "espada de contención militar". Dentro de este esquema se destaca el rol de Puerto Rico como puente y ejemplo de las "bondades" de una asociación con los EEUU. Se concluye que la ICC a nivel inmediato representa para los EEUU la necesidad de implementar una política económica coherente y multilateral que cubra lo comercial y que apoye la hegemonía político-militar estadounidense. Por otro lado, el énfasis del Caribe y Centroamérica debe estar en desarrollar y promover alternativas de vinculación que sirvan a los intereses regionales y que garanticen que la vinculación y complementación comercial no es a cambio de la soberanía nacional. Se trata entonces de una nueva interdependencia regional.AR/JM.