Colección Centroamérica

Al concluir la fase de inscripción de electores para las elecciones de febrero de 1990 en Nicaragua, dos acontecimientos importantes se agregaban a la polémica política de este país, primeramente la aprobación de nueve millones de dólares por parte del Congreso Norteamericano para contribuir a la campaña de la UNO, así como la denuncia constante de dirigentes del FSLN de la ayuda encubierta a la oposición política, por parte del gobierno norteamericano a través de la CIA; esto se ha denunciado como una intromisión en los asuntos internos de Nicaragua como una manifestación más, de su política intervencionista para con este país. Segundo, mientras Estados Unidos a través de su campaña difamatoria insiste en las irregularidades del proceso y en la consolidación del fraude electoral, la misión de la ONU considera imparcial, limpio y honesto el proceso electoral, a la vez que desestima presuntas irregularidades. VJ/MR