Análisis de los efectos que tuvo el cierre de toda la actividad bancaria panameña, el cual, en términos efectivos, ya se había realizado por parte de la banca privada al sumarse al paro empresarial del 29 de febrero de 1988. Como resultado inmediato del cierre, gran parte del medio de pago y circulante quedaron inmovilizados. Ante todo, se hace una crítica de las caracterizaciones que hacen el sector privado y el gubernamental de la crisis general que experimenta la economía panameña, y más concretamente la que se manifestó monetaria y financieramente. Al respecto concluye que: 1) ambos, de una u otra forma, mediatizan las causas que llevaron al estado de crisis bancaria y financiera, al agudizamiento del problema político, ocultando detrás de ello otras razones que se venían arrastrando; y, 2) ambos engloban en la crisis monetaria y financiera a todo un sector sin discriminar al interior de él quiénes saldrán beneficiados o están en mayor capacidad de soportarla. Luego, realiza la caracterización del Sistema Bancario Nacional (SBN), y finaliza con un balance de la crisis y el sistema bancario y monetario, concluyendo que: a) el SBN ya obedecía a una dinámica que hacia más vulnerable a la economía panameña, además de sus propias contradicciones. Lo que propició la crisis de junio de 1987 fue una mayor profundización de esa dinámica, haciendo más débil a la economía y a ciertos sectores del SBN y fortaleciendo a la Banca Extranjera, pese a fuertes retiros de Depósitos del sistema; y, b) la crisis y su profundización no tienen un significado igual para todos los sectores. EB/MR