Parte de que, en general, se acepta que el progreso de la producción agrícola sobre todo la alimentaria, en los países en vías de desarrollo en décadas recientes se puede atribuir a la utilización de nuevas o mejores tecnologías y a sus efectos en el desarrollo de las fuerzas productivas y de la productividad. Sin embargo, tal progreso en la producción alimentaria y agrícola aún no es satisfactorio, debido a las enormes tareas económicas y sociales a las que se enfrentan los países en vías de desarrollo, así como del aumento incesante de la población. Por lo que superar los problemas alimentarios actuales y futuros es y será una parte inseparable de un progreso científico y tecnológico sostenido en la agricultura, pero tal proceso es de naturaleza muy compleja debido a: 1) la influencia decisiva que ejercen las relaciones de producción prevalecientes y las condiciones políticas, económicas y sociales influidas por aquéllas en el proceso de transformación tecnológica y 2) la fuerte dependencia del proceso de producción y sus resultados de las condiciones naturales. Por lo demás, la dirección, el nivel y las consecuencias específicas del progreso científico y tecnológico en los países en vías de desarrollo están determinados por la dependencia tecnológica de éstos. Además, se señalan las consecuencias que provienen de las diferentes características y de los distintos pesos económicos de la fuerza de trabajo en la mayoría de los países en vías de desarrollo y en los países capitalistas industrializados, cuando se trata de establecer las posibilidades de usar tecnologías intensivas ya sea en trabajo o en capital. EB/JM