Colección Centroamérica

Se expone la situación actual de la Iglesia Católica, afirmando que existen dos posiciones que se encuentran en constante tensión y enfrentamiento que son: la parte estructural y lo carismático, lo primero se refiere a cómo la Iglesia se organiza para cumplir su misión dentro de una sociedad y época histórica; lo carismático por su parte, es aquella fuerza engendrada por el espíritu en la Iglesia, lo que permite su constante renovación y adecuación a cada contexto. Se afirma que los movimientos de renovación han debido soportar entre otras cosas, la persecución, el martirio, la difamación y otra serie de males. Posteriormente se realiza una síntesis histórica sobre el papel de la Iglesia y su evolución a través del tiempo, en donde se señala que desde el sigo II la Iglesia logró desarrollar su propia estructura. Durante la colonización de América se obvia, en la mayoría de los casos, la propia cultura indígena presente en cada región; la conquista desarrollada con la espada y la cruz evidencia el modelo de Iglesia que se encontraba vigente. Seguidamente se analiza la Iglesia que se puso de moda con la Encíclica Rerum Novarum de León XIII, la cual tomó fuerza a partir de 1930 con los planteamientos de Maritain, promovidos por medio del movimiento Acción Católica, este modelo se basó en planteamientos de justicia social como respuesta a la explotación capitalista y al colectivismo marxista. Para la década de 1960 surgen los planteamientos del Concilio Vaticano II, surgen las Comunidades Eclesiales de Base, luego vienen las conferencias de Medellín y Puebla, donde nace la teología de la liberación, la cual influye fuertemente hasta nuestros días. OB/MR