Inicia señalando que América Latina y el Caribe buscan nuevas modalidades para adaptarse a las cambiantes circunstancias y responder a los múltiples desafíos que enfrentan, y que una expresión de ese deseo de adaptación es el renovado interés en las potencialidades de la cooperación intrarregional. Así, en la década de los noventa, han proliferado acuerdos de distinta índole, que revelan una gran heterogeneidad, tanto en sus modalidades como en su configuración geográfica. De ahí que se plantee una serie de interrogantes: a qué se debe este renovado interés? En qué se diferencian los esquemas que ahora se adoptan de aquellos de los años sesenta y setenta, como para pensar que no tropezarán con los mismos obstáculos y dificultades que los de otrora? Cuáles son los mecanismos o instrumentos más idóneos para impulsar la integración intralatinoamericana? Qué caracteriza a las distintas categorías de compromisos de integración, como las zonas de libre comercio entre países con grados de desarrollo o políticas macroeconómicas muy disímiles? Conviene impulsar la gradual convergencia de todas estas iniciativas en un solo esquema de alcance regional? y, lo más importante, cuán funcional es la integración para las estrategias y políticas de desarrollo adoptadas por cada uno de los países de la región? En las secciones que conforman el artículo se trata de dar respuesta a estas preguntas, en el siguiente orden: I. El renovado interés en la integración; II. La inserción internacional y los compromisos integradores; IV. Algunos requisitos de la integración; V. Mecanismos e instrumentos en el ámbito comercial; VI. Otros mecanismos de la integración; VII. Acuerdos de alcance hemisférico; y, VIII. El problema de los países de menor desarrollo relativo. MB/ALJ