En el campo del conocimiento geográfico, las disparidades sociales y territoriales, así como las implicaciones que estás conllevan en los espacios de vida de las personas, han dado una pauta a una serie de reflexiones y virajes de investigación que trastocan la pobreza, la integración social, la gobernanza y la historia de los lugares. Particularmente, en los casos que se abordan en esta obra, se hace evidente que la situación de América Latina permite diferenciar las dinámicas que integran a todo un territorio, pero que a su vez marcan diferencias desde las propias particularidades de los contextos que la conforman.
Las dinámicas sociales, históricas económicas, políticas y culturales que toman vida en América Latina, han generado un imaginario en el espacio-mundo como una región en desarrollo ante los ojos de los países de primer mundo. Este imaginario ha generado un problema social en una escala mundial, puesto que en la particularidades, en lo local y regional, las condiciones de polarización, nos conllevan a replantear la pobreza, la marginación, la exclusión y la segregación desde el propio reconocimiento de la disparidad socio-espacial a nivel regional.

Ante este escenario, el mapa de las desigualdades y segregaciones en las ciudades latinoamericanas, pone al descubrimiento los mecanismos de construcción de la exclusión, en el cual los límites o fronteras visibles o invisibles entre sectores poblacionales está en función no sólo de una proximidad respecto a ciertos bienes y servicios, sino también hacia la propia construcción que se tiene al interior y exterior de dichos sectores, focalizada en aspectos sociales, culturales, históricos e inclusive ambientales.