Colección Centroamérica

En los últimos años, la participación de la mujer en las diferentes actividades de la sociedad se han incrementado notoriamente, contribuyendo a la manutención de su familia y a la realización de las mujeres como personas. Es en el último decenio donde se ha dado el mayor crecimiento, debido a factores sociales, económicos y políticos. Se señala como uno de estos factores la incorporación de la mujer al sistema educativo, lo que les amplió considerablemente las oportunidades de trabajo. También, la alta concentración en las zonas urbanas, conjuntamente con la apertura de nuevos sectores productivos, como el industrial y, principalmente el textil, donde la mano de obra es predominantemente femenina, han facilitado su incorporación. Posteriormente, se enfatizó en factores que condicionan la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, entre los que se menciona el estado civil, la edad y la jefatura del hogar; cuando una mujer se encuentra sola en la jefatura del hogar sus posibilidades de buscar trabajo aumentan, o bien, si pertenece a estratos no pobres, si es profesional o si tiene compañero. Para el año 1989 la mujer que laboraba en el sector público representaba la cuarte parte de las mujeres ocupadas, las cuales en su mayoría vivían en zonas urbanas. El 30 por ciento de las mujeres que trabajan, lo hacen en el sector formal privado y casi todas residen en la Región Central y laboran en la fabricación de textiles. El 40 por ciento de las mujeres trabajaban en las actividades informales, señalando en que la inserción típica de la mujer en el sector informal es el trabajo independiente y la mayoría de las microempresarias trabajan por su cuenta. Las trabajadoras del sector agrícola representan sólo un pequeño porcentaje. Finalmente señala que la mayoría de la población femenina que trabaja lo hace en el sector informal y el sector privado; ante todo en la mediana y gran empresa. OB/MR