Colección Centroamérica

Analiza en forma profunda y crítica los contenidos y alcances de las políticas de ajuste estructural en Honduras. Este país sufre una crisis desde hace 10 años, un claro ejemplo es que el producto interno bruto (PIB) que hasta finales de la década de 1970 había crecido a una tasa anual de 8.8 por ciento cayó en los primeros cinco años de la década de 1980 a un 1 por ciento. La caída de la producción estuvo influenciada por la caída de las exportaciones y del nivel de inversiones. Para los años de 1986-88 se dio una recuperación de la actividad económica, gracias al mejoramiento de los precios del café en el mercado internacional, pero para 1989 se apreciaba un deterioro de las principales variables macroeconómicas, el déficit fiscal llegó a constituir aproximadamente el 13 por ciento del PIB, la inflación aumentó al 9.8 por ciento y se incrementó la brecha en la balanza de pagos, la cual se hizo sentir en una fuerte escasez en las divisas. A su llegada al poder, Callejas profundiza en los programas de ajuste estructural que habían sido implementados por los anteriores mandatarios. Posterior a la descripción de la crisis, se hace la distinción entre las políticas de estabilización y las de ajuste estructural, las primeras buscan la disminución de los desequilibrios macroeconómicos y pueden evaluarse a corto plazo, mientras que las segundas, buscan el reordenamiento de la economía sobre bases nuevas y pueden ser evaluadas sólo a mediano y largo plazo. Luego se ahonda en la ley de ordenamiento estructural de la economía, la cual plasma los intentos de estabilización económica, seguidamente se plantean tanto los éxitos como las consecuencias negativas del ajuste, dentro de éstas últimas destaca la contracción de la producción nacional y en los avances destaca la reducción del déficit fiscal, luego se hace la relación entre ajuste y democracia y, finalmente se plantea la posibilidad de un modelo alternativo. OB/MR