En búsqueda de un modelo de desarrollo sostenible que rescate la dimensión humana del mismo, las Naciones Unidas han venido organizando un conjunto de reuniones para discutir los principales problemas de la humanidad. Es así que entre 1993 y 1995, se realizaron las cumbres mundiales sobre el Medio Ambiente, la Niñez, los Derechos Humanos, La Población y el Desarrollo, el Desarrollo social, la Mujer y en 1996 sobre los asentamientos. Todos estos esfuerzos están orientados a posibilitar el desarrollo de políticas económicas y macroeconómicas que promuevan el mejoramiento de las condiciones de vida de la población y el cumplimiento efectivo de los derechos humanos. En la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo se tuvo una mayor preocupación por plasmar de manera explícita acciones que desde hace veinte años se habían venido planteando en varias reuniones y que ahora están claramente señaladas en el Programa de Acción Mundial de dicha conferencia. Se buscó llegar a consensos para la aprobación y aplicación del programa. A superar las desigualdades sociales existentes, a fijar prioridades para América Latina sobre temas como la población, la pobreza, el desarrollo, la educación en población, salud y reproducción, migraciones y urbanización. Por otro lado el autor analiza la institucionalidad para el seguimiento y aplicación del Programa de acción mundial, así como se exponen algunas propuestas de acción. HMBQ/HMBQ