Ahonda en la seguridad de los canales marítimos artificiales, se indica que los problemas obedecen a dos intereses contrapuestos: primero se cita el interés del Estado ribereño que intenta controlar la vía abierta en su territorio, dejando de lado los conflictos internacionales provocados por las grandes potencias que intentan repartirse los países del tercer mundo en "zonas de influencia" de acuerdo a sus pretensiones hegemónicas. Se trata de ahondar en el régimen de neutralidad permanente para canales internacionales y los intereses de las grandes potencias que buscan el control de estos canales marítimos, en particular por su valor geoestratégico y de esta forma, mantener una posición privilegiada en la lucha por la hegemonía mundial. Este es el problema de la defensa de los canales por una potencia extranjera, que adopta medidas que afectan la soberanía de un Estado territorial. Se indica que para el caso del Canal de Panamá los problemas se solucionarían, con el hecho de que, independientemente de si se está en tiempos de paz o de guerra, el canal debe servir para la navegación del comercio internacional, sin preferencia para ningún país. Debe darse un acuerdo multilateral de libre navegación y neutralidad permanente del Canal, firmado por las principales potencias internacionales, lo que daría seguridad y estabilidad en el istmo. OB/LOB