Para el autor en América Latina las decisiones trascendentales se han desplazado desde los gobiernos elegidos a centros de poder económicos y extra económicos, entre los cuales desempeñan un papel creciente grandes intereses financieros privados. El accionar de estos consorcios cuenta con el respaldo y establece entendimientos con las organizaciones financieras internacionales, empezando por el FMI. Los actores sociales o políticos que no se someten a este esquema de dominación son hostigados, silenciados o presionados para que terminen moviéndose de manera funcional al modelo dominante