Es necesario que el concepto de salud mental como categoría histórico-social, se encuentre vinculada a un contexto particular en que se evalúa, esto significa el concepto de salud mental no es universal, sino relativo a cada cultura a cada situación específica. Por ello se ahonda en la necesidad de ver en la salud mental al intercambio dinámico que se establece entre recursos y potencialidades del medio. Como consecuencia de ello se necesita del análisis de la medida y calidad en que las estructuras sociales posibiliten o impidan el logro de la salud mental. Por otra parte, la adolescencia debe de ser vista como una etapa de desarrollo compleja donde se incluyen múltiples áreas, estas características hacen necesario evaluar la salud mental como un proceso de desarrollo, se debe de comprender que existen una gran diversidad de desarrollo en la adolescencia a partir de los diferentes contextos. Esto lleva a cuestionar el establecimiento de indicadores de salud mental universales y desvinculados de cada contexto particular, de manera tal que el reto es el definir los parámetros que reconozcan las realidades particulares. LOB/LOB