La percepción Republicana en Estados Unidos sobre su política exterior en Centroamérica y la relación con los derechos humanos desarrollada por la Administración Carter, es que fue una pérdida de hegemonía de este país sobre América Latina. Por tal razón la política exterior de Reagan fue dirigida a recuperar dicha hegemonía, asumiendo posiciones fuertes, así como un enfoque diferente sobre los aspectos económicos y sociales en América, plasmados en el documento de Santa Fe I, pero sin embargo existe un elemento que vino a ser el articulador de toda la política exterior estadounidense en la región: éste fue el neoliberalismo con lo cual la dinámica interna y externa van conformando el nuevo modelo de desarrollo. Con dicho modelo, se han incrementado las diferencias entre lo económico y lo social y en, consecuencia ha ocasionado fricciones entre la sociedad política y la civil, con fuertes manifestaciones de protesta social y con respuestas represivas de parte de algunos gobiernos. Por otra parte, el saneamiento de la economía con justicia social, así como la apertura de fronteras comerciales con soberanía dependerá de la habilidad administrativa de los diferentes gobiernos, de acuerdo con la realidad de cada país, sus recursos naturales, humanos y su desarrollo tecnológico. A su vez el escenario de distensión continental, con la existencia de gobiernos civiles elegidos por medio de las urnas, el fin del conflicto Este-Oeste, que sirvió en muchas ocasiones de pretexto para las intervenciones armadas en América Latina, crean las condiciones de relativa paz y democracia para impulsar el desarrollo, estas condiciones hacen que se tenga la perspectiva de un futuro prometedor, con mayores esperanzas, aunque en realidad se visualiza un futuro complejo donde será necesario el compromiso político para salir avante y superar los actuales problemas sociales, políticos y económicos. OB/LOB