En este libro se expone cómo la violencia política puede ser justificada por medio de determinados mecanismos donde se instaura y se auto perpetúa, así como la manera en que puede ser afrontada. Se muestra, con un exhaustivo recorrido conceptual y sociológico, en qué forma la historia de Guatemala, desde la llegada de los españoles a nuestros días, se ha ido construyendo sobre este eje de ejercicio violento - a veces brutal - del poder político, y las reacciones que el mismo ha encontrado. Y presenta asimismo, qué salidas puede haber al respecto: romper el ciclo de la violencia, superar el miedo y la inhibición, y fomentar la educación política para lo cual, según el autor, es necesario luchar por la expansión de las libertades políticas, contra la impunidad y la corrupción, por la organización y la movilidad social