En Panamá, el peso de la agricultura no es tan trascendental como en los demás países centroamericanos; la agricultura de este país contribuye sólo con el 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero el sector agropecuario es importante en la generación de empleo: 31 por ciento; a su vez entre los productos exportados predominan los bienes agrícolas, entre los que destacan los productos tradicionales de la región como el banano, azúcar, carne; pero durante el decenio de 1980 los productos tradicionales no lograron un desempeño fuerte, más bien se redujeron, en especial el azúcar y la carne de res, que prácticamente desaparecieron como productos de exportación. Panamá, al igual que los demás países de la región, se preocupó por la diversificación de sus exportaciones. A mediados de la década de 1980 el gobierno panameño se comprometió con una política de ajuste estructural coordinada por el Banco Mundial; el objetivo era el de reorientar el eje de la economía hacia las exportaciones de bienes y servicios en el sector privado como actor principal; para ello se adoptaron medidas como la privatización de empresas públicas, la eliminación de ciertas cuotas de importación, la liberalización de precios de los productos agrícolas, se flexibilizaron algunas estipulaciones del código de trabajo, a la vez que se adoptaron medidas para el fomento de las exportaciones no tradicionales, como la fundación del Instituto Panameño de Comercio Exterior. De seguido se analiza la evolución del sector melonero desde la década de 1970 hasta 1990, para terminar con una aparte acereca de las perspectivas de las exportaciones agrícolas no tradicionales. OB/ALJ