presenta una descripción detallada de los principios, la estructura organizativa y el funcionamiento interno de las cooperativas de consumo, que son organizaciones económicas y sociales en las que los mismos consumidores se agrupan para adquirir y distribuir bienes y servicios de manera equitativa, democrática y sin ánimo de lucro. El texto explica que estas cooperativas se basan en el principio de la autogestión y la participación activa de sus socios, quienes son al mismo tiempo los propietarios y usuarios de los servicios ofrecidos. Para garantizar su buen funcionamiento, las cooperativas cuentan con órganos de dirección como la asamblea general, el consejo de administración y los comités de supervisión, los cuales aseguran que las decisiones se tomen de manera transparente y que se respeten los derechos y responsabilidades de cada miembro. López detalla también el impacto positivo de las cooperativas en el desarrollo comunitario, ya que no solo buscan satisfacer necesidades de consumo a precios justos, sino que promueven la educación y formación de sus socios para fortalecer su sentido de pertenencia y compromiso social, convirtiéndose en agentes activos de cambio en sus comunidades. Además, el autor subraya la relevancia de los principios cooperativos, como la adhesión voluntaria, la gestión democrática, la participación económica de los miembros, la autonomía, la independencia y la cooperación entre cooperativas, los cuales permiten que estas organizaciones se mantengan sostenibles y puedan resistir a presiones externas del mercado. Así, las cooperativas de consumo se posicionan como un modelo alternativo a las estructuras capitalistas tradicionales, promoviendo una distribución más justa de los recursos y fortaleciendo los lazos comunitarios a través de la toma de decisiones colectivas y el apoyo mutuo. RAR