Se analiza el papel de las pequeñas y medianas empresas dentro de la economía internacional, señalándose que la participación de éstas es cada vez mayor, ante todo, por el giro que se ha dado hacia la descentralización de las estructuras productivas. El progreso de una pequeña empresa dependerá de su flexibilidad para adaptarse a las cambiantes políticas del mercado internacional. Posteriormente se enfatiza en la política económica, indicando que en América Latina se está dando la integración de las políticas de promoción de exportaciones y la especialización productiva flexible, en donde las pequeñas y las micro empresas juegan un papel primordial. Las políticas de desarrollo deben brindar las condiciones adecuadas para el desarrollo empresarial en materia de infraestructura, educación, capacitación y, en apoyo a la innovación tecnológica. Seguidamente se analizan los perfiles de las micro y medianas empresas, dentro de las ventajas de estas empresas se mencionan la capacidad de aprovechar los recursos humanos, la posibilidad de concentrarse en productos en que se obtenga la máxima competitividad, de acuerdo a las tendencias de la demanda, la facilidad de adaptación a los cambios y oportunidades del mercado. Dentro de los aspectos negativos de dichas empresas se destacan la falta de financiamiento, la poca fuerza de negociación económica, financiera y política, poco acceso a procesos de información técnica, limitada atención por parte del Estado y, la carencia de mecanismos de crédito apropiado. Finalmente señala políticas de fomento, necesarias para el buen desarrollo de dichas empresas, así como un marco jurídico que garantice su desarrollo sin trabas burocráticas, además, de la necesidad de que cuenten con asistencia técnica, financiamiento y comercialización. Concluye afirmando que la mujer debe de ser tomada en cuenta, ya que puede convertirse en un agente de cambio social. OB/MR