Colección Centroamérica

Entrevista a María Estér Solís, una campesina hondureña que asistió al Primer Congreso de Mujeres organizado en Monelimar, Nicaragua. Ella responde que viene en representación de un grupo de mujeres campesinas de su país, el cual nació precisamente a causa de la preparación de este primer encuentro. Indica que aún no se puede hablar de un movimiento femenino hondureño ya que aún "reproducimos los patrones organizativos, ideológicos y de comportamiento que vemos en los hombres". Señala que el encuentro se estructuró para mujeres que dominan la teoría feminista, le faltó la metodología para las mujeres pobres, campesinas, pobladoras o indígeneas. A su vez, muchas mujeres se quejaron porque no fueron escuchadas sus opiniones y porque no se incorporaron a los documentos finales estas opiniones. Enfatizó que el lema "una nueva mujer, un nuevo poder" se "debe de construir desde la base y no desde la élite, de lo local a lo regional, de lo nacional a lo centroamericano". Las mujeres como grupo social importante deben de estar unidas y conformar una estrategia de lucha y no crear las divisiones, las cuales sólo sirven para debilitar al movimiento. Destaca como positivo del encuentro el que las campesinas hondureñas dieran su cara pública, continúa afirmando que lo importante realmente es la autovaloración y que las mujeres campesinas tienen un doble problema, de género y de clase. A su vez, indica que para las campesinas e indígeneas el derecho al aborto no es una reivindicación feminista agregando que "muchas de ellas viven muy bien con su compañero y si el feminismo es exclusivamente las relaciones entre mujeres, para nosotras es inaceptable". OB/MR