El texto trata del carácter histórico del año 2006 con respecto al papel de los medios de comunicación en las campañas electorales, especialmente porque los candidatos rompieron su amor por estos últimos y prefirieron la comunicación directa con la ciudadanía, a pesar que siguen siendo escenarios privilegiados del debate político y las campañas electorales, perdieron su protagonismo al tomar partido por las ideas de libertad de mercado y se convirtieron en actores políticos. El resultado: se acabó el amor entre los medios y políticos, pero nació un nuevo amor entre candidatos /gobernantes y pueblos un amor directo, sin mediadores, sin medios que convierte a los medios de comunicación en villanos de la vida política