La alfabetización se vislumbra como uno de los mayores retos para la década de 1990. Este problema se enmarca dentro de un contexto muy amplio y ubicado dentro de unas relaciones internacionales complejas y de luchas cerradas por la hegemonía económica y política entre los países industrializados. Por ello se señala como necesidad inmediata el estar atentos a esta situación, para poder enfrentar los desafíos que ésta representa, ante todo en los países del tercer mundo, donde se deben de enfrentar a la miseria y a la falta de educación. Dentro de las posibles condiciones para cambiar la actual situación del analfabetismo, se toma en consideración el informe presentado por la UNESCO en su vigésima cuarta reunión, donde se dice que la alfabetización deberá de ir unida a otras medidas que exigen la lectura y la escritura y que se desarrollen actitudes inherentes a las mismas. Se pasa luego al concepto de alfabetización entendido este proceso como "un aprendizaje de las habilidades de la lectura, escritura y aritmética, así como una contribución para la liberación del hombre y su pleno desarrollo". Con ello se crean elementos para la concientización, sobre las contradicciones de la sociedad, estimula además la participación en la elaboración de proyectos que inciden en el futuro del mundo. Se concluye que se ha ampliado significativamente el concepto de alfabetización, donde este pasó de ser un concepto técnico a un proceso permanente con capacidad de crear condiciones para adquirir una conciencia crítica, base de las transformaciones sociales, se considera que en la última década se han incrementado los estudios e investigaciones en el campo de la alfabetización. También se da una serie de recomendaciones sobre como se podría a través de la utilización inteligente de la metodología a distancia, junto con un conocimiento adecuado de las poblaciones y tomando en cuenta su idiosincracia, mejorar las condiciones que producen el analfabetismo. OB/JM