Este artículo tiene como propósito ofrecer a los administradores, planificadores y docentes de programas y proyectos de educación superior, algunas ideas estratégicas para captar y valorar necesidades en la formación a nivel de educación superior. Esa captación y valoración de necesidades es plenteada como un proceso y no como un hecho terminal. Así mismo, la institución educativa se concibe, de manera similar al sujeto del proceso educativo, como un proyecto inacabado: éste se hace y rehace en la dinámica administrativa, científica y tecnológica. Por otra parte, entre las estrategias válidas y confiables se pueden mencionar las siguientes: a.- Conformar grupos de consulta b.- Análisis minucioso del historial de cada estudiante c.- Asistencia a reuniones profesionales ch.- Análisis de la literatura profesional d.- Análisis del puesto de trabajo y e.- Formar grupos de egresados. Concluye que el desarrollo de esta estrategia genera dos ventajas: 1) permite mantener una retroalimentación permanente, avalada a partir de la práctica misma en su sentido más amplio y, 2) es posible obtener, en forma precisa un listado interpretativo de satisfacciones, insatisfacciones, problemas y éxitos, a partir de un proceso reciente, cuya precisión facilitaría impulsar reformas reales a los programas y proyectos. MB/MR