El primero de abril de 1992 se afirmó que ECO 92, se dirigía hacia el fracaso y que este hecho sería catastrófico para el planeta y sus habitantes. Esta afirmación se hizo porque ECO 92 no había sido capaz, a esas alturas de su desarrollo, de plantear los temas fundamentales, los cuales debían discutirse para enfrentar los problemas del medio ambiente y del desarrollo. Por tal razón y en vista de lo dramático de la situación se creó un documento de diez puntos para salvar a ECO 92, se pidió que se adoptaran metas concretas y que se tomaran medidas que frenaran el desastre ecológico, como por ejemplo, disminuir en los países industriales la emisión de gases que alteran el clima y restringir la exportación de desechos tóxicos. Se señala a la Administración Bush, como la principal responsable del fracaso de ECO 92, ya que intentó obstaculizar y debilitar cualquier iniciativa ecológica que fuera significativa a nivel internacional. Se indica que la política de los dos últimos presidentes de Estados Unidos, ha sido seguir viviendo el gran sueño americano, sin tomar en consideración el costo ecológico a largo plazo y según esta misma lógica, hasta los desechos tóxicos son rentables. Estados Unidos se ha opuesto a que trabajadores de industrias sucias y el público en general tengan información, en forma libre, sobre el ambiente y la salud humana. También se opuso a la restricción de la exportación de desechos, esto debido a que los países industrializados generan alrededor de 200 toneladas anuales de desechos, los cuales tratan de verter en los países del Sur. OB/ALJ