El texto establece una reflexión sobre el binomio etnicidad-desarrollo, desde una perspectiva histórica y desde la atalaya del mundo andino. Se vislumbran las ambivalencias y contradicciones sobre discursos sobre el desarrollo, tanto los convencionales como los del Buen Vivir o Sumak Kawsay. Se abordan cuatro aspectos en el texto: a) el tiempo en el que la alteridad cultural fue conceptualizada como un obstáculo a la llamada 'modernización'; b) el establecimiento, bajo el neoliberalismo, de lineamientos sensibles a las potencialidades percibidas en la etnicidad; c) la dificultad de definir con precisión a qué se refiere el Buen Vivir desde posiciones de gobierno o de oposición; y d) en qué medida el del Sumak Kawsay constituye o no un paradigma alternativo potencialmente conducente a un escenario empoderativo de los grupos subalternos. Se evidencia que, en el Buen Vivir, confluye una heterogénea serie de tendencias, que van desde el ambientalismo, la Teología de la Liberación, corrientes feministas y posicionamientos marxistas; que surgen como contrarrespuesta a los modelos de desarrollo emanados del neoliberalismo, que no representan la forma de vida de los pueblos indígenas.