Versión resumida del trabajo titulado "Religión, guerra y dialéctica maldita: análisis ético-político de los discursos..."

Analiza algunos de los nuevos fenómenos que moldean el discurso político-ideológico mundial. Con el fin de la guerra fría se abren las puertas a una tendencia incierta, se pierde los referentes macropolíticos vigentes, se siente la ausencia de una construcción alternativa y se vuelve a los antiguos referentes primigenios como la familia, la religión, entre otros. Ejemplos claros de esto son los problemas militares serbio-bosnios, donde el problema netamente cultural se sobreestima por sobre los intereses políticos en juego, contribuyendo a desviar la atención de sus causales de fondo, de manera que al analizar este campo ya no se limita, como en el pasado, a estudiar y comprender los interses y estrategias del conflicto este-oeste, ahora implica la valoración de la intersubjetividad y sus diferentes rasgos. Precisamente el trabajo ahonda en la relación existente entre la religión y la guerra, analizando el caso específico del Golfo Pérsico (1990-91), en donde el fundamentalismo islámico y el moralismo judeo-cristiano, sirvieron como una pantalla de intereses para los fines políticos y económicos que en la realidad rodearon el conflicto armado. Para ello se ahonda en algunas reflexiones filosóficas sobre la guerra y las religiones y los contextos históricos en que estas se desenvuelven, pues han respondido a procesos sociales concretos y han expresado los intereses de estructuras determinadas de dominación. La legitimación de la guerra se encuentra inmersa en el papel de las ideologías y en el vínculo de las religiones y las formas hegemónicas temporales. En síntesis, se enfatiza en la guerra como forma de conquista y de dominio a nivel internacional, cuando se acentúa la violencia estructural que expresa una dominación que se exterioriza por demostraciones de fuerza pero que se traduce a una hegemonía indirecta sobre las estructuas internas de los países dominados. OB/hmbq