Los autores afirman que mientras la 'fatiga de deuda' se estableció, la privatización llegó a verse como la mejor manera de reestimular las economías latinoamericanas después de una década de estancamiento económico. En este trabajo sostienen la tesis de que el rol relativo de los sectores estatales y privados ha cambiado en América Latina. El crecimiento de empresas públicas se debió a las diferentes circunstancias nacionales e internacionales existentes en épocas anteriores. En una etapa determinada en su proceso de desarrollo, cuando la importación-sustitución-industrialización (ISI) fue la mayor estrategia, el rol del estado como partícipe activo fue imprescindible y benefició mayormente a la economía industrializada. En la época post-ISI los beneficios de la presencia del Estado se han ido eclipsando poco a poco por las fuerzas negativas que llegaron en su estela. La presencia disminuida del Estado a través de la privatización ha llegado a verse como prerrequisito para el desarrollo futuro. Además, las condiciones externas también han variado: la privatización y la desregulación se han constituído en una parte central de las recomendaciones de política que se dan a países en desarrollo como condición para obtener financiamiento de desarrollo. Si el cambio de política, que ya tiende más en contra de la empresa pública, es una respuesta a condiciones internas y externas, entonces se deben considerar las implicaciones para la privatización en el contexto de la economía política nacional e internacional en su evolución. El argumento sobre el rol cambiante del Estado se divide en cuatro partes. Primero, se examina las razones del crecimiento del Estado en las economías latinoamericanas y el rol que adoptaron las empresas públicas en el desarrollo de varias economías de la región. Segundo, se analiza las circunstancias que llevaron al decaimiento de la actuación del Estado en la economía. Tercero, se comenta los beneficios y costos de la privatización y, finalmente, se considera el rol económico probable del gobierno en el futuro. De lo analizado se concluye que la privatización no se puede considerar como la única política que se requiere para volver a atraer el crecimiento y desarrollo a América Latina. MB/ALJ